“Y vio que tenía garras, ¡y tenía dientes!
Y así, con dolor, se amó él y se hizo fuerte”
Jaime Sidro.
Y así, con dolor, se amó él y se hizo fuerte”
Jaime Sidro.
Y al fin, el fin.
En este último post encontrarás los un artículo en el que
repasaré todo lo aprendido en esta asignatura de “Literatura española,
literatura infantil y educación literaria”, con anotaciones extras sobre reflexiones
acerca de mis actividades planteadas en cada bloque, mi relación del ahora con
mis prácticas y mi yo del pasado que fue también alumno de Educación Primaria…
En definitiva, un recorrido por los contenidos y mis reflexiones acerca de la
asignatura.
¿Comenzamos?
BLOQUE I.
LITERATURA INFANTIL. ANÁLISIS Y SELECCIÓN.
En este bloque aprendimos que la literatura infantil hoy en
día es un género más dentro de la literatura, enfocado para un público
determinado y adaptado a sus necesidades.
La literatura infantil va hasta los 12 años aproximadamente.
Este tipo de literatura ayuda al niño a aumentar su marco de referencia,
creando otros mundos y forjando hechos que la imaginación infantil concibe como
vivencias posibles y personajes con los que compartir la anécdota.
La literatura es el arte creado con palabras, cuyo objetivo
principal es el arte en sí. Debemos de tener claro que la literatura (como
arte) no está creada para enseñar, ni para inculcar pensamientos o valores.
Surge así otro término propuesto por Marc Angenot: la paraliteratura.
El Dr. Villar Dégano rechaza la orientación dada por algunos de “literatura de
inferior calidad” y explica que “bajo el concepto de paraliteratura se entiende
un conjunto de géneros no canónigos, que en alguno de sus rasgos no cumplen las
normas que configuran los cánones oficiales”. Que sea paraliterario no supone
que su calidad sea peor, simplemente debemos buscar otro uso didáctico.
Para que un texto sea considerado literario, ha de tener las
siguientes características: su primer objetivo ha de ser el artístico, la función
lingüística predominante será la poética, debe pertenecer a uno de los tres géneros
literarios (narrativa, poesía y texto teatral) y ha de ser un texto de ficción (aunque
esté inspirado en hechos reales).
Cabe destacar que fue pasando la mitad del s. XX cuando la
paraliteratura infantil se fue transformando en literatura: personajes
arquetipos y planos se convierten en “niños reales” y el carácter didáctico y
moralizador se va convirtiendo en una experiencia artística real en la que el
lector encuentra aventuras y sensaciones cercanas a su edad. La ley del 70 y la
creación de la editorial SM impulsaron un mercado editorial de mayor calidad.
-
Del texto teatral, cabe decir que está escrito
para ser representado.
-
De la poesía de autor, cabe destacar que su
autora más conocida es Gloria Fuertes, quien nos enseñó cómo el niño puede
conquistar la realidad. Es importante enseñarles a declamar.
-
Los cuentos y novelas de autor deben tener
desarrollo de los personajes a la par que los niños que van a leer ese
contenido, ayudándole a la maduración psicológica del niño en tres campos: interiorización
del yo, inserción social y desarrollo lingüístico.
Por último, aprendimos que, como maestros, para elegir los
libros que los niños leerán, deberemos fijarnos en el formato (aspecto externo,
ilustraciones y tipografía) y en el contenido (tema, estructura, personajes, valores
y contravalores y el lenguaje y uso de la lengua.
De este bloque me quedo con dos conceptos: el de
paraliteratura y el de cuento/novela de autor. Es importante que, en la
paraliteratura, sepamos diferenciarla para poder darle otro uso en el aula que
no sea el de usarla como texto literario sobre el que trabajar. De la
literatura de autor me quedo con su aspecto de ayuda en cuanto a la maduración psicológica,
ya que sus personajes evolucionan a la par que el momento evolutivo en el que
lo hacen los niños que van a leerlo.
Aún con estos dos términos nuevos adquiridos, sigue
llamándome más la atención el término de paraliteratura. Esto se debe a que,
durante mi mes de prácticas de 2º, estuve en clase de 1º de Educación Primaria
y, en la biblioteca que tenían en el aula, casi todos los libros eran de tipo
paraliterario (siendo mayoritariamente de Disney). Comentándolo en su día con
algunos compañeros de clase, resulta que, quienes también habían pasado por
primero habían podido ver que la cantidad de literatura paraliteraria que hay
en las aulas de primero era mayor que la cantidad de literatura que debería de
haber. Por otro lado, en mis prácticas de este año, en4º de Primaria, pude ver
cómo los libros del aula eran de todo tipo, siendo en su mayoría de tipo
literario y tan solo algunos paraliterarios para ocio (sin ser los que más
usaban los niños), siendo éstos leídos tan solo en el descanso del recreo
cuando llovía, como variable a jugar en el aula.
Como alumno de Educación Primaria, hasta donde me llega la
memoria, recuerdo que en mi colegio teníamos una biblioteca de aula que contaba
con diversos tipos de libros, pero cierto es que en su mayoría solamente eran
libros literarios que eran solamente los obligatorios para lectura en ésta. Cierto grupo leía un libro, otro leía otro libro…, y los íbamos cogiendo y
dejando sin poder repetir.
La actividad de este bloque me ayudó a acercarme a mi futuro
profesional de manera que pude hacer una ficha completa sobre el libro,
analizándolo y enfocándolo a un curso determinado, independientemente de la
edad recomendada que venía en este. Con la ayuda de Irune, quien me prestó el
libro, pude trabajar con un buen material y creo que la actividad fue bastante
buena. Con los comentarios que se
hicieron en el post, pude mejorar mi actividad y reflexionar, aún más, acerca
del trabajo que había hecho.
Para concluir este primer bloque, quiero resaltar que he
aprendido la importancia de saber diferenciar entre literatura y
paraliteratura, dado que estos conocimientos me permiten como alumno de
Magisterio ser consciente desde ya del tipo de textos que voy a trabajar en mi
futuro como maestro de primaria.
Creo que es muy importante saber diferenciar ambas desde un
primer momento dado que, a la hora de seleccionar textos, nos será muy útil y,
rápidamente, sabremos qué podemos trabajar con nuestros alumnos y alumnas
dentro del aula, así como sabremos qué uso darle a los textos paraliterarios
que tengamos en clase.
BLOQUE II.
TEXTOS FOLCÓRICOS. SELECCIÓN Y ADAPTACIÓN.
El folclore hace referencia a distintos aspectos de la
cultura popular, y tiene las siguientes características: anonimato, oralidad y multiplicidad
de variantes.
Los cuentos folclóricos se consideran literatura de grupo o
de familia. Tienen diversas funciones (iniciática y de contacto con las
tradiciones, moralizantes, lúdicas, etc.).
Existen cuatro diferencias importantes en el folclore en
prosa, el cuento folclórico por un lado y el mito, la leyenda y la fábula por
otro lado, que no son textos folclóricos.
Del teatro folclórico, destacamos el guion típico: títeres de
cachiporra que representan a un personaje malvado que obtiene algo que
pertenece a un personaje bueno y siempre acaban con la victoria del héroe y el
castico del oponente con una enorme cachiporra.
De la poesía folclórica, cabe destacar que se caracteriza
por el absurdo argumental que poseen estos textos desde su origen o que resulta
del paso del tiempo y de las transformaciones equivocadas de algunas palabras.
De los cuentos folclóricos, resaltamos que son para contar, no
para mandar leer.
Los grandes recopiladores de la literatura folclórica son:
Perrault, Los hermanos Grimm, Hans Christian Andersen, Fernán Caballero y
Calleja.
Por último, de la selección y adaptación de los cuentos
folclóricos, como maestros, deberemos contar con que los niños puedan identificarse
con protagonistas o antagonistas en función de la historia que se cuenta.
Este bloque me ha aportado muchos conocimientos nuevos, dado
que todo lo que aprendimos acerca de la selección y adaptación de textos
folclóricos me era desconocida. Conocía muchos de los textos que llegamos a ver
en el aula, pero en ningún momento sabía a qué genero pertenecían. Del mismo
modo, he aprendido a diferenciar los textos originales de los que están
adaptados, y sobre todo de los de Disney, que son los que, por desgracia, nos
han enseñado toda la vida.
En relación a esto que he comentado, he de decir que no sé
de qué género eran dichas historias (cuentos populares había escuchado
siempre). Esto se debe a que, durante mi etapa como estudiante en Educación
Primaria, y también en instituto, estos textos casi no se trabajaban. Recuerdo
que solamente nos hacían aprender la teoría de cada uno y no se hacía NADA de
práctica. Sin pretender excusar ese tipo de educación, todo era teórico y la
lectura de textos o de libros se hacía como algo automático, sin cuidarse, y
siempre buscando un mensaje claro (que, si no era el que decía el profesor,
estaba mal).
Ya como profesor de prácticas, sobre todo en las de este
año, pude ver cómo se trabajaban los textos folclóricos en el aula y,
Francisco, el profesor, me dejó dar todo lo relacionado con los cuentos
folclóricos, por lo que tuve que pensar qué mostrar, cómo mostrarlo… Para ello,
me apoyé de lo que ya conocía al haberlo visto en clase y trabajado en el
trabajo de este bloque, y junto con materiales audiovisuales pude trabajar con
ellos de forma correcta qué eran los textos folclóricos. Asimismo, recibí feedback por parte de Francisco y pude
ver que incluso él me había visto mejor de lo que yo había percibido de mí
mismo.
La actividad de este bloque fue la que más me costó, dado
que leí una gran cantidad de textos y de entre ellos me tocó elegir pensando en
cómo trabajaría y por qué esos textos en un aula. Así, con paciencia y con
cabeza, elegí los que aparecen en dicha actividad de este bloque y durante un
par de días, y con ayuda de algún compañero, conseguí encauzar mi actividad hacia
su correcta realización. Gracias a esta actividad supe ver ese cómo y ese qué
mostrar a mis alumnos, haciéndome consciente de los conocimientos que había
adquirido con este bloque.
Para finalizar, en relación con mi futuro profesional, sé
qué textos son folclore y cuáles no lo son, además de saber en qué
recopiladores he de fijarme para buscar en páginas que verifiquen que son
textos recogidos por ellos, para así poder trabajar en el aula este tipo de
literatura. Además, soy consciente de cómo se trabaja ya este tipo de textos en
clase (contándolos, no mandándolos leer) y qué recursos puedo usar para ello,
gracias a las clases, el trabajo y mi experiencia adquirida durante las
prácticas de este curso.
BLOQUE III.
LITERATURA ESPAÑOLA Y EDUCACIÓN LITERARIA.
La
literatura española forma parte del currículo de Educación Secundaria, aunque
la ley anima a los libros de texto de lengua y literatura y a los de lecturas
para trabajar en el aula a incluir fragmentos teatrales, narrativos y poemas de
los autores conocidos como “clásicos”.
La
literatura, como la lengua, es un sistema de signos que se diferencia de otros
sistemas por poder generar nuevos signos en los receptores. Su principio y fin
básico es la comunicación, lo que hace de ésta un acto social. Presenta los
mismos elementos (emisor, receptor, mensaje, etc.) que cualquier otro, aunque
se proyecta en dos contextos diferentes: por un lado, el que reúne al emisor y
al mensaje; por otro lado, el que abarca al mensaje y sus receptores.
En la literatura,
el emisor-autor tiene la competencia de inventar mundos para plasmarlos en su
mensaje. El receptor es el verdadero protagonista, ha de tener la competencia
de comprender los signos que componen la obra literaria, pudiendo recrearla. El
mensaje es susceptible de interpretaciones.
Las obras
literarias pueden dividirse en grupos a los que llamamos géneros, que a su vez
se pueden subdividir en otros grupos llamados subgéneros (siendo estos: lírica,
épica y dramática).
La lectura
es una necesidad educativa compleja, dado que el proceso de
enseñanza-aprendizaje de la lectura suele generar problemas de tipo pedagógico,
filológico y psicológico, cuestionándonos si aprendiendo a leer, los niños
aprenden todo lo que incluye el proceso lector.
Como
maestros, no debemos olvidar que trabajar textos seleccionados para el
desarrollo de la lectura
mecánica-comprensiva vamos más allá de la simple lectura para el
disfrute, sino que también estamos trabajando la ampliación de la cultura
literaria clásica de nuestros alumnos, así como también estaremos ejercitando
habilidades básicas lectoras como la atención, la memoria a corto y medio
plazo, la fluidez y la lectura en voz alta.
Los textos
elegidos para acercar a los niños a los clásicos deben estar muy estudiados y
pueden ser variados, saliéndonos de lo que las editoriales nos ofrecen. Deben
ser breves y completos, con presentación, nudo y desenlace, que los niños
entiendan y que vayan aumentando (gradualmente) de dificultad.
En el caso
de que nos veamos en la obligación de adaptar un texto, deberemos (en todo
momento) respetar la coherencia de la narración y de la descripción.
Este bloque me gustó mucho, y me aportó también bastantes conocimientos,
por dos motivos: por un lado, los contenidos trabajados partiendo de la no
enseñanza de literatura en Primaria y, por otro lado, la realización de la
actividad de este bloque correspondiente a la planificación de una semana
cultural.
El trabajo de la literatura en primaria, aunque no venga
recogido por el currículo, es importante, no solo para su disfrute, sino que también
lo es para trabajar la atención, la memoria a corto y medio plazo, la fluidez y
la lectura en voz alta. Esto es algo que, en relación a mi experiencia como
estudiante de primaria, desconocía. Los profesores y profesoras del centro nos
daban textos, o nos hacían coger alguno de la biblioteca (independientemente de
si era paraliterario-comercial o no) y así trabajábamos la lectura en voz alta,
sin importar el texto, su autor y el movimiento al que pertenece (si es que
pertenece a alguno).
En mis periodos de prácticas no he tenido la oportunidad de
ver cómo se trabajan estos textos en clase, así como tampoco he podido ver si
trabajan o no algo más allá de los textos. Por eso, y retomando mi etapa como
estudiante de primaria, me centro en este punto. Nunca vimos más allá del
texto: ni autores, ni movimiento… Nada. Además, solo se hacía para trabajar la
lectura en voz alta y se pretendía que todos fuésemos a un mismo ritmo.
Gracias a esta experiencia, mala a mi juicio, pude lograr
que la actividad que se planteó primeramente en grupo fuera más mía con las
actividades de que planteé para mi curso. Dado que en esta actividad me tocó
trabajar con un primero de primaria, intenté hacer de la semana cultural un
espacio en el que mis alumnos trabajasen, de forma lúdica, aspectos básicos
sobre la vida del autor que nos tocaba trabajar (Bécquer), de modo que se
hicieron crucigramas, sopas de letras, una leyenda conjunta y un poema conjunto
(con ayuda del profesor siempre) y se acabaron mostrando al resto del colegio.
Creo que las actividades fueron adecuadas para este curso de primero y que,
además, planteé bien la idea de presentar a Bécquer como alguien que hablaba
directamente a los niños (por medio de una carta y presentándole como “nuestro
amigo Bécquer”), buscando así que los niños estuvieran lo más motivados
posibles.
Para finalizar ya este bloque, quiero resaltar que lo que
más me llamó la atención fue el realizar la actividad, dado que pudimos
trabajar por un lado en grupo y por otro lado a nivel individual, acercándonos
lo más posible a la realidad profesional. Así, con las clases y sus
explicaciones, el trabajo grupal e individual, fui consciente poco a poco de
que mi formación en este tema fue creciendo y, así, de este modo, hoy soy
consciente de que con mis alumnos podré trabajar la literatura, aunque no se
incluya en el currículo (y no haya semanas culturales) para que salgan de su
etapa en Educación Primaria con una formación mínima sobre los contenidos que,
más adelante, en secundaria, van a trabajar. Además, como maestro, sé que seré
capaz de reflexionar antes de actuar y que, así, podré darles un contenido a
trabajar que les sea significativo y que les deje huella en su memoria.
BLOQUE IV.
LECTURA LITERARIA Y ANIMACIÓN LECTORA.
Leer, además de ver lo escrito y descodificarlo, es
comprender, interpretar, descubrir. Leer es un acto complejo que va de la
objetividad a la subjetividad. No basta con saber en qué consiste la lectura,
hay que aprenderla (bien) y después practicarla para no olvidarla: debe
convertirse en una necesidad.
La lectura nos enriquece a nivel moral e intelectual,
dándonos un placer conocido como evasión, alejándonos de problemas cotidianos
para sumergirnos en otras realidades que residen en nuestra imaginación.
Como maestros, debemos animar a nuestros alumnos y alumnas a
leer. Para ello, plantearemos actividades de diverso tipo:
1) Actividades para antes de leer.
El niño “prelector” está en un momento de descubrir, tiene
ganas de aprender y conocer. Los niños imitan palabras, movimientos y acciones
de adultos. Los niños adoran los cuentos y los libros de los mayores son un
misterio.
Una vez el niño descubre la lectura, desea aprovecharlo. Lee
muchos libros, cómics… Si nada se opone entre él y su deseo de leer, se
convertirá en un verdadero lector que desarrolle y perfeccione esta
competencia.
El problema surge cuando pierde el deseo lector, el cual
puede venir dado por: mal aprendizaje, pasar los ojos por las letras sin
comprenderlas y tener que releerlas constantemente. Este problema nace cuando
se planta delante de textos que no conoce y que no ha trabajado anteriormente.
Por ello, los maestros debemos tener cuidado a desarrollar el aprendizaje
lectoescritor (que deberá ser atractivo, motivador y cercano al niño).
Aunque se haya superado este primer paso, la pérdida del
deseo puede aparecer más adelante, cuando la lectura se convierte en algo
entendido como obligatorio. Debemos cambiar la obligación por motivación y
hacer que el niño lea por propia voluntad.
En última instancia, el peligro pasa por las etapas
superiores, donde la literatura se convierte en materia de enseñanza, donde se
presentan textos alejados de los intereses y contextos de los estudiantes. Es
aquí donde puede morir la subjetividad lectora y creativa, siendo un momento
peligroso en la educación. Si la motivación se abre paso también aquí, el
lector estará salvado.
Para evitar que esto suceda, debemos animar a nuestros
alumnos a la lectura, de modo que les acerquemos afectiva e intelectualmente a
un libro en concreto, buscando siempre que haya placer en la lectura. El
animador, desde el principio, debe mostrar entusiasmo y estar preparado,
suponiendo que, en todo momento, conozca la realidad de los participantes y
adecue los recursos a ellos. La animación busca, sobre todo, que el niño
no-lector (o el que lee poco) descubra el libro, que se le ayude a pasar de la
lectura pasiva a la activa, desarrollar en él placer de leer y ayudarle a descubrir la diversidad de los libros. Lo
que mejor funciona con nuestros alumnos para motivarles a leer es que las
animaciones sean agradables, orientadoras, prácticas y cordiales, con carácter
lúdico (alejado de lo didáctico).
Para el proceso de enseñanza-aprendizaje es imprescindible
que exista la biblioteca del centro y la del aula, para que los niños puedan
contar con recursos que tener a mano y encuentren en estos espacios un rincón
para la lectura, de libre elección, buscando la iniciativa lectora de los
pequeños lectores.
Las actividades para antes de leer se enfocan a:
-
Conocer la información que obtenemos de la
portada, contraportada y solapillas del libro.
-
Aproximarse al autor de la obra.
-
Hacer predicciones sobre el contenido y/o la
forma.
-
Interesarse por el tema o los temas que se
desarrollan en la historia.
-
Investigar sobre algunos aspectos interesantes
para la comprensión.
-
Pre-identificarse con personajes,
Estas actividades parten de la habilidad del maestro para
crear misterio y de la creatividad del niño. Para éstas, no contaremos el
argumento de la historia ni desvelaremos su final, incitando así a que sea
leído.
Tras la animación, la lectura deberá ser individual, personal
y silenciosa.
2) Actividades durante la lectura.
Hay niños que se atascan y acaban abandonando la lectura,
otros que desatienden a cuestiones importantes del texto y otros que, para no
olvidarse de lo que leen, lo releen constantemente.
Las actividades a realizar durante la lectura dependen del
libro, y deben centrarse en el texto y su comprensión, así como en el lector y
sus valoraciones. Se trata de acompañar la lectura del estudiante con
actividades que le permitan recordar, inferir, interpretar, reflexionar,
relacionar, profundizar, argumentar, imitar y compartir diferentes aspectos de
contenido y forma del texto.
3) Actividades para después de leer.
Una vez desveladas las incógnitas y el argumento del libro,
realizaremos actividades enfocadas al funcionamiento de la memoria a
medio-largo plazo. Buscaremos realizar síntesis, conclusiones, relaciones,
interpretaciones y valoraciones (objetivas y subjetivas). Este momento también
busca dejar huellas emocionales de la lectura.
Todo el trabajo realizado a los largo de una lectura servirá
para que los estudiantes se conozcan más a sí mismos, así como poder empatizar
con los demás.
4) Animación entre niños.
Estas actividades se realizan para que, entre ellos, se
animen a leer los libros que más les han gustado. Se hace con libros que han
leído en casa, de forma libre o de los que forman parte de la lista que permite
a elegir a los niños entre un libro u otro.
Este bloque, en cuanto a contenido, ha sido el que más me ha
gustado. Todo lo que se ha contado aquí lo desconocía y, ahora mismo, soy consciente
de la importancia de la lectura y su animación en el aula.
Como profesores, es muy importante que sepamos qué contenidos
trabajar con los niños, aparte de para su formación, para poder motivarles a
leer. Es por eso que también entra en acción el cómo, dado que sin ello no
sabremos mantener a nuestros alumnos enganchados a la lectura.
Durante la etapa de Educación Primaria, como estudiante y
como profesor de prácticas, tengo dos tipos de experiencias para relacionarlo
con lo que he aprendido:
-
Como estudiante, tuve la mala suerte de ver cómo
NO se trabajaba en ningún momento este tipo de animación a la lectura. Aunque
no era consciente de ello, sí era consciente de cómo mis compañeros, con el
paso del tiempo, abandonaban la lectura por falta de motivación, y yo que
siempre he sido un “friki” de leer, me tragaba cualquier texto que me echasen. Además,
las lecturas solamente se hacían para rellenar fichas que no aportaban nada,
puesto que eran de datos irrelevantes y resúmenes que no venían a cuento. Y,
como guinda para este pastel, la lectura era en voz alta.
Cierto es que, ya fuera de primaria, mucho más adelante (en concreto, en 1º de Bachillerato) perdí todas mis ganas de leer durante ese curso, dado que los libros que mandaban eran muy aburridos y, con mi cabezonería, me negué a leerlos hasta que, para poder aprobar, me los exigieron y me los leí “con embudo”. Como los exámenes eran meramente de contenidos, no hubo problema, pues no me hizo falta reflexionar sobre nada del libro en concreto (cosa que, por desgracia, es muy triste).
Cierto es que, ya fuera de primaria, mucho más adelante (en concreto, en 1º de Bachillerato) perdí todas mis ganas de leer durante ese curso, dado que los libros que mandaban eran muy aburridos y, con mi cabezonería, me negué a leerlos hasta que, para poder aprobar, me los exigieron y me los leí “con embudo”. Como los exámenes eran meramente de contenidos, no hubo problema, pues no me hizo falta reflexionar sobre nada del libro en concreto (cosa que, por desgracia, es muy triste).
-
Como profesor de prácticas, he podido ver en
este año que se trabaja la animación lectora pero no del modo que he aprendido
aquí. Se usaban cuadernillos y las lecturas se realizaban también en clase, y
siguiendo todos un mismo ritmo por sesión de lectura. Bien es cierto que, sin
ninguna duda, este tipo de trabajo con la lectura es mucho mejor que lo que yo
viví y pude disfrutar con los alumnos del trabajo lector que se hacía en cada
sesión, ayudándoles a formarse como buenos lectores y, a su vez, ayudándome
ellos a formarme como un futuro maestro con experiencias, que sabe qué y cómo
trabajar la lectura en el aula.
Por otro lado, en lo referido a la actividad de este bloque,
me gustó mucho realizarla aunque me costó elegir el libro (me pasé un buen rato
leyendo por encima algunos de los que había pre-seleccionado de la biblioteca
de mi barrio). Al final, elegí un libro que creo que, para la edad que acabé
planteando, era correcto, en cuanto a forma y contenido.
Las actividades que planteé para ese libro creo que estaban
bien adecuadas a lograr que los niños trabajaran de la mejor forma el contenido
del libro, alejándose de fichas y demostrando que realmente lo habían leído por
medio del diálogo y la interacción de todos con todos. Así, conseguí pensar en
cómo trabajar de la mejor manera los contenidos del libro, plantear las
actividades y lograr, a mi juicio, una actividad correcta que motivase y
animara a leer a los niños.
En conclusión, este cuarto bloque me ha gustado mucho
trabajarlo, ya que el contenido que he aprendido me era totalmente desconocido
y he podido adquirir nuevos conocimientos y un pensamiento crítico a la hora de
trabajar la animación lectora en el aula, alejándome de lo que yo viví para que
ellos logren tener la máxima motivación posible de cara a las lecturas que se
hacen en el aula.
Del mismo modo, soy consciente de que lo aprendido y puesto
en práctica con la propuesta de actividad de este bloque, me han permitido
formarme más y mejor acerca de este tema y que, sin duda alguna, cuando trabaje
yo con mis futuros alumnos la lectura en el aula, he de hacerlo de la forma más
correcta para que todos sientan esa motivación necesaria por medio de la animación
antes, durante y después de la lectura, incitándoles así a no dejar nunca de
leer.
BLOQUE V.
CREACIÓN LITERARIA.
La creación literaria es un aspecto muy importante pero poco
y mal trabajado, dejando sin desarrollar al máximo la creatividad e imaginación
del alumnado.
Para trabajar la creación literaria, debemos contar con que
la palabra redacción solo sirve para generalizar, dado que significa poner un
texto por escrito con coherencia y cohesión. Por ello, en función de lo que
pidamos, usaremos términos técnicos y concretos que, además, ampliarán su
vocabulario. Además, siempre deberemos de ejemplificar lo que les vayamos a
pedir.
Tenemos que contar también con que los actos de creación son
perfectos, no podemos evaluarlos ni calificarlos.
Existen tres tipos de creaciones:
-
En prosa: también llamado narrativa, es el
género que más se parece al uso ordinario de la lengua. Es la forma más natural
de crear literatura en la actualidad. Para trabajarlo, antes de proponerles
actividades, les daremos un esquema básico para la creación.
-
En verso: existen estrategias secuenciadas
(empezando por simples juegos para acercarles al verso y hasta por la creación guiada
de poemas, culminando con la creación autónoma).
-
Dramática: recurso fundamental e inexcusable que
desarrolla una gran cantidad de capacidades en el niño. Se presentan
estrategias similares que para crear prosa.
Finalmente, en lo relativo a la creación de libros, cabe
destacar que es un ejercicio muy divertido para los alumnos, además de estar
acercándoles a la escritura y a la lectura. Existen tres reglas básicas para la
creación de libros: resistencia, mínima inversión económica y poca dedicación temporal.
Este bloque, definitivamente, aunque no haya sido mi
preferido, ha sido el que más me ha entretenido. Esto se debe a que pude poner
en práctica mis conocimientos y trabajar directamente con un grupo de niños
(que como bien expliqué en mi actividad, no eran de mi colegio de prácticas de
este año, dado el motivo de no haber podido realizar la actividad en ese momento).
Para empezar, creo que es muy importante decir que esta actividad
me ha resultado muy nueva ya que, ni como profesor de prácticas ni como alumno
de primaria, había hecho algo así antes y que me pareció muy curioso ver cómo
podía plantear este tipo de actividad en estudiantes de primaria. Para ello, se
hicieron creaciones en prosa, verso y de tipo dramático, y junto con los
dibujos que los alumnos de la misma clase hicieron, acabamos realizando el
libro de clase que se ve en las fotos de dicho trabajo. A los niños les gustó mucho realizar esta
actividad y, actualmente, tienen ese libro en la biblioteca de su aula.
Como bien he dicho antes, no he tenido esta experiencia como
alumno ni como profesor de prácticas, así que no puedo aportar nada en este
aspecto.
Para concluir este último bloque, quiero resaltar que sobre
todo gracias a la actividad realizada, he conseguido aprender cómo trabajar
este tipo de creación en clase, aprendiendo de lo bueno y lo que puedo mejorar
en clase (así como lo malo o innecesario que puedo omitir), de cara a un futuro
profesional en el que, sin ninguna duda, voy a trabajar con ellos en el aula
este tipo de actividad.
CONCLUSIÓN.
Durante el transcurso de esta asignatura, me sentí un poco
perdido ya que se dio en un tiempo determinado y las actividades no iban a la
par que se daba, porque teníamos el periodo de prácticas de por medio. Me
saturé yo solo y, por motivos ajenos a los estudios, decidí parar en seco y
dejar estos trabajos para realizarlos en esta convocatoria extraordinaria.
He de confesar que, y de corazón lo digo, agradezco esta
segunda oportunidad de entregas porque creo que he aprendido más de lo que yo
me esperaba, pudiendo leerme los contenidos de cada bloque, entenderlos y
conocerlos hasta el punto de poder realizar las actividades de cada bloque de
la mejor forma posible y lo más adecuadas a lo que se pide. Si bien es cierto
que no he tenido el feedback con compañeros ni profesora para mejorar (ni otras
entradas para subir de nuevo las actividades), cosa que es lógica por no
entregarlas en su momento, he de decir que poder pararme a pensar y reflexionar
sobre lo que he ido aprendiendo – reaprendiendo – ha sido una ventaja con la
que no contaban mis compañeros que lo entregaron en el momento y que yo sí he
tenido. Y, de verdad, doy gracias por ello.
Centrándonos en los contenidos, trabajarlos desde cero
(porque, sinceramente, no conocía nada de esto y mis experiencias como alumno
eran inexistentes o contrarias y negativas) me ha abierto un nuevo mundo, de
modo que miro con otros ojos el trabajar la literatura en un aula de primaria a
la par que sonrío pensando en el buen futuro que podemos brindar a nuestros
alumnos si hacemos las cosas bien.
Como bien dije en el Artículo de Didáctica de la Lengua, uno
de los motivos por los que elegí este grado universitario fue porque quería
evitar que los niños de hoy aprendieran de la forma que nosotros lo hicimos en
nuestro ayer. Y con los conocimientos que he ido adquiriendo, por mi parte,
estoy seguro de que seré capaz de trabajar muy bien la literatura en una clase
de Primaria.
Como fin a este artículo, quiero agradecer la ayuda de mis
compañeros y de la profesora, puesto que, junto con los contenidos, he logrado
ampliar mi formación como maestro, esta vez en el campo de la literatura
infantil, logrando que alcance una visión crítica de cómo hacer las cosas bien.
WEB-GRAFÍA.
Labajo, I. "Literatura
española, literatura infantil y educación literaria". La Salle Centro
Universitario. 2018-2019.
Labajo, I. "Organización y actividades de literatura española, literatura infantil y educación literaria. Guía de trabajo". Literatura española, literatura infantil y educación literaria. La Salle Centro Universitario. 2018-2019.
Labajo, I. "Organización y actividades de literatura española, literatura infantil y educación literaria. Guía de trabajo". Literatura española, literatura infantil y educación literaria. La Salle Centro Universitario. 2018-2019.
Muy buen artículo.
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