lunes, 6 de mayo de 2019

Trabajo Nº3. La escritura (2ª Entrega)

1. INTRODUCCIÓN.

La escritura en el aula puede recogerse en dos reflexiones: una primera, en la que entendemos que aprender a escribir es aprender a usar correctamente la lengua escrita; y una segunda, en la que se explica que la escuela ofrece (y si no lo hace, debería), una amplia variedad de situaciones de uso de la lengua escrita a lo largo de la Educación Primaria, con distintos niveles de dificultad que se recogen en el currículo.

La escritura podría definirse como “el proceso por el que se pasa de la posesión interna de un concepto, idea o pensamiento a la transformación de ese concepto, idea o pensamiento mediante una codificación de símbolos gráficos, con intención comunicativa”. La grafomotricidad es el control motor asociado a la grafía, que interviene en la escritura junto con la percepción (discriminación visual), integración viso-auditiva, desarrollo de estructuras temporales, memoria auditiva y visual, lateralidad correcta y direccionalidad (izquierda-derecha).

En la codificación léxica, intervienen procesos en los que están implicados:
-          En la ruta fonológica, se activan las reglas de conversión entre fonema y grafema.
-          En la ruta ortográfica, se activa la información léxica, la palabra total, generando tres tipos de información: semántica, fonológica y ortográfica.

La actividad grafomotriz tiene las siguientes condiciones:
-          Generales: control del motor grueso (control tónico, independencia derecha-izquierda y segmentaria, capacidad de inhibición motriz y control neuroperceptivo-motriz).
-          Específicas: control del motor fino (coordinación de los movimientos oculares y progresión de izquierda a derecha, dominio funcional de la mano, hábitos correctos de presión y presión del útil sobre soporte, coordinación visomotriz fina y, por último, formación de hábitos neuromatrices correctos para la realización de grafismos).

La trayectoria de la escritura es un problema, pues tras la etapa de infantil, permanece el conflicto. Puede haber dos trayectorias: la propia de cada letra o número y la dirección del conjunto de los distintos trazos sobre el papel (es decir, la direccionalidad).

En el aprendizaje y desarrollo de la motricidad gráfica intervienen factores físico biológicos, psíquicos-cognoscitivos y socioculturales.

Para el aprendizaje de la escritura, disponemos de métodos:
-          De base sintética: trabajan de la síntesis al análisis, de lo pequeño a lo mayor. El maestro, para ello sigue los siguientes pasos:
o   Estudio de letras asociados al dibujo de algún objeto familiar.
o   Copiar combinación de letras para formar sílabas.
o   Copiar palabras formadas por las sílabas aprendidas y asociarlas con su significado.
o   Copiar sintagmas y pequeñas frases formadas por palabras conocidas.

Pese a no haber consenso en cuanto a qué orden seguir para introducirse las letras, se suele empezar por las vocales (por la facilidad y similitud del trazado) para ir, después, introduciendo consonantes que creen sílabas.
-          De base analítica: se parte de elementos significativos de la lengua, pasando por dos fases diferenciadas:
o   Descubrimiento y reconocimiento de la grafía: forma, dimensión, orientación, giros…
o   Automatización de la grafía: lograr el hábito que hace innecesario su reconocimiento en cada momento.

En primaria, encontramos la estrategia alfabética (a principios de etapa), basada en el empleo de la regla de correspondencia fonema grafema, y la ortográfica (de los 6 años en adelante), basada en automatizar todos los procesos pasados (pictográfico, logográfico y alfabético) para obtener lectores y escritores expertos.

Por último, antes de empezar con la actividad propuesta sobre escritura, cabe destacar que el desarrollo de la caligrafía viene dado por:
-          Postura y hábitos.
-          Movimiento gráfico.
-          Presión.
-          Velocidad.
-          Ritmo.

Es importante, por todos estos motivos, trabajar la grafía en primaria, desde la escuela, potenciando y mejorando nuestros procesos para llegar a ser buenos escritores de cara al futuro.


2. ACTIVIDAD.

En la siguiente tarea, partimos de la base de tener que realizar tareas de escritura para niños con un leve retraso en la escritura. Para ello, contaremos con estrategias en un supuesto caso de un alumno de 2º, otro de 4º y otro de 6º de Educación Primaria, para quienes he diseñado las tareas que aparecen a continuación.

2.1. ALUMNO DE SEGUNDO.

Nos encontramos con el caso de un alumno de segundo de educación primaria que presenta un leve retraso en la escritura. Para poder confeccionar una serie de actividades, sería interesante que, ya que vamos a mandarle una tarea extra, que no tendrán sus compañeros, sepamos qué le gusta, bien sea de películas, como de deportes, como de dibujos animados… Con estos datos, nosotros como maestros podremos confeccionar nuestras actividades que le entregaremos al niño. Para ello, una vez hablado con el niño sobre sus gustos (esa parte puede ser ante toda la clase, separándolo en un momento que todos estén trabajando), confeccionaremos un cuaderno con diversas fichas que el niño o niña que precise de refuerzo vaya rellenando a lo largo del curso.

Una vez tengamos nuestro cuaderno, nos reuniremos con el alumno en un momento en que el aula se encuentre vacía (bien entre clases, bien en el recreo, bien al acabar la jornada escolar). En ese momento, hablaremos con él para que tome conciencia de la letra que tiene. Intentaremos hacer que comprenda que es muy importante escribir bien, ya que no solo vale con hablar bien, pues no solo escuchándonos nos entendemos, y que si nos ayuda mejorando su letra, podremos entendernos mejor entre todos. Una vez argumentado esto, le mostraría el cuaderno ya elaborado y se lo presentaría como un juego al que jugar todos los días, siendo la meta mejorar su letra para que se entienda mejor.

Le pediremos al alumno en cuestión que, cada día, haga durante 10 minutos, en su casa, cuando no tenga nada que hacer y esté tranquilo, lo que le dé para hacer durante ese periodo de tiempo diario. Al final de cada semana, corregiremos con él las páginas que haya hecho para que él sea consciente de sus puntos fuertes y los aspectos a mejorar.

Además, le pediremos que escriba en esas hojas con un lápiz Steadler HB2, el típico en escuelas, dado que es fácil de manejar, no pesa y su punta se rompe si la aprietas. Además de cómodo, será un reto para el niño el escribir sin apretar, pues tratará de hacerlo lo mejor que pueda sin romper la punta.

Para este caso, el tipo de letra que emplearemos será “Little School”, pues presenta un trazado típico a las letras que se trabajan en los cuadernillos rubio (ojo, no es la misma). Un ejemplo de esta tipografía sería el siguiente:


Por último, el tipo de papel que emplearemos es Pauta Montessori. Esto es debido a que, al estar compuesto por dos líneas y tener un espacio bastante amplio, guía al niño para no torcerse ni hacer los trazados más grandes, que es justo lo que buscamos para poder ayudar al niño a mejorar su escritura. La Pauta Montessori es la siguiente:


Con esta tarea, ya tendríamos para trabajar con nuestro alumno durante todo el curso de segundo de primaria.

2.2. ALUMNO DE CUARTO.

En este caso, nos encontramos ante el caso de un alumno de cuarto que presenta el mismo problema que nuestro primer alumno de segundo: un retraso en la escritura que queremos solucionar.

Para este caso, tenemos que tener en cuenta que nos encontramos en la etapa donde los niños empiezan a utilizar bolígrafos (de los que se borran) y que no será lo mismo que usar el lápiz, pues la forma, el peso y la soltura que puede ofrecer un material y otro son distintos. Es por eso que debemos saber que la actividad que planteemos deberá usar materiales distintos que se adapten al momento en el que se encuentran. Para ello, nos fijaremos en su evolución y, en un punto determinado de las tareas diarias que le mandemos, podremos adaptar nuevos materiales a lo que queramos trabajar. Para ello, a diferencia de nuestro caso con el alumno de segundo (a quien le hicimos un cuaderno personalizado), dispondremos de un archivador en el que irá guardando todas las fichas que le vayamos haciendo. Esta tarea es menos costosa, pues no requiere hacer un cuaderno con todas las fichas de una tirada para encuadernar y entregar, sino que se podrán dar fichas varias al alumno en cuestión e ir haciéndolas a medida que avanza el curso.

Partiendo de este planteamiento, a nuestro alumno de cuarto se le argumentaría, a solas para no sentir vergüenza delante de sus compañeros (ni cualquier otro tipo de malestar), que debemos trabajar juntos para mejorar su letra, ya que al estar en un aula donde convivimos con demás compañeros y que, en un curso tan avanzado donde todos remamos juntos trabajando tanto individual como grupalmente, tanto los profesores como los alumnos tenemos que hacer por ayudarnos entre todos, facilitarnos las tareas de comprensión, no solo al explicarnos sino al hacerlo de forma escrita legible. 

Tras esto, le preguntaremos inicialmente sobre sus gustos y elaboraremos fichas en torno a lo que él nos ha comentado, pudiendo cambiarlas por si, en cierto momento del curso, se ha cansado de tratar la misma temática.

Las fichas que le vayamos dando no serán diarias, sino que se le entregarán cuando se le vayan agotando y, al final de cada semana, corregiremos, profesor y alumno juntos, la tarea que ha hecho durante toda la semana. Esta tarea se realizará en su casa, en un momento de tranquilidad del alumno donde no tenga nada que hacer. En ningún momento debemos mezclarlo con la tarea diaria, sino que debemos hacer que sea algo rutinario que no le pese hacer como “deberes”. La duración deberá ser de entre 10 y 15 minutos para que no se le haga pesado.

Para este alumno de cuarto, usaremos en un primer momento el lápiz STEADLER 2HB, igual que en segundo, y cuando veamos avances en las fichas, le dejaremos utilizar los bolígrafos que pueden borrarse, para que así alcance el ritmo de su clase.

El tipo de letra será constante durante todo el curso, y emplearemos la llamada JB CURSIVE 3, de Dafont, que podéis ver en la siguiente imagen:



El uso de esta letra es porque, aunque puede ser parecida a la que encontramos en algún libro, tiene el trazado fijado, ya que a esta edad aún no hace su propia letra (su propio trazado) y esto le puede ayudar a tener una letra más correcta, de adulto y entendible a ojos del resto de sus compañeros del aula (y profesores).

Por último, el tipo de papel que utilizaremos serán dos tipos: al principio pauta Montessori y luego, según avance en la escritura, cuadricula de 4x4. Esto es porque, de primeras, entrenaremos la escritura del niño de una forma más guiada, para controlar el tamaño de su letra, dejando después que escriba como en los cuadernos de clase (los mismos que sus compañeros) para poder desplazarlo sin problema a su rutina en el aula y el trabajo autónomo fuera de la misma.

La pauta Montessori la podéis observar en el caso del niño de 2º de primaria. La cuadrícula 4x4 la podéis ver a continuación:




2.3. ALUMNO DE SEXTO.

Por último, nos encontramos ante un alumno de sexto de Primaria con retraso en la escritura.

En este caso, deberemos ser conscientes en todo momento de que a esta edad, los niños y niñas hacen la letra más suya, separándose de la forma en que escribían años atrás aprendiendo con cuadernillos rubio, con una tipografía más definida.

Partiendo de esto, al igual que en los otros casos, esperaremos a hablar con nuestro alumno en privado, para que no se sienta mal por hacerlo delante de su grupo y que le vean todos hablar en privado con el profesor. El material que confeccionaremos será el mismo que planteamos con el de cuarto: un archivador al que poder meterle fichas cuando el alumno vaya agotando las que reciba y poder adaptar el tipo de papel en función de cómo va progresando.

Para ello, le explicaríamos que está en su último año, que está a punto de dar el salto al mundo del instituto en el que la forma en la que escribes es muy importante para que los profesores corrijan bien tus exámenes. Trataría de aproximarle a la realidad adulta y jugar con el típico “¿qué quieres ser de mayor?” para poder relacionarlo y motivarle a través de sus miras al mañana para que pueda mejorar su escritura.

En función de sus gustos, y mezclándolo con textos breves sencillos que puedan aparecer en primero de secundaria, intentando así motivarle mientras hace “cosas de mayores” para no estancarle en textos que ya conoce por ser similares a los que trabajará junto con el resto de sus compañeros. El trabajo lo realizará en su casa, de 10 minutos diarios, como una rutina ajena a los deberes. Las correcciones se harán al final de la semana, junto con el alumno.

Para este último alumno de 6º, el útil que empleará para escribir será el boli BIC. En este curso todos los alumnos usan este material y, de cara a entrar en la E.S.O, es importante que sepan usarlo correctamente. Además, este tipo de bolígrafos no pesan nada, son fáciles de coger y no se requiere apretar demasiado para escribir, por lo que no será cansado escribir con este tipo de bolígrafo.

La tipografía de la letra que emplearemos será la letra Handy Andy (imagen que se ve abajo), extraída de Dafont. Dado que los niños a estas edades empiezan a experimentar con sus propias formas de trazar sus letras, así que le presentaremos un estilo diferente al que hemos estado trazando en cursos anteriores. Las letras no van ligadas, no son tan formales y dan más libertad, de cara a un futuro, a poder trabajar bien su propio tipo de letra.



Por último, el tipo de papel que emplearemos será, en un primer momento, horizontal de 1 línea, para guiar su escritura sin torcerse, hasta usar (finalmente) el folio en blanco.


3. EVALUACIÓN.

La evaluación en los tres cursos será igual para todos:
-          Evaluar junto al alumno.
-          Técnica del boli verde-boli rojo. Señalar lo bueno en verde y lo que hay que mejorar en rojo, intentando que, en el caso de obtener un resultado negativo, sea equitativo el número de redondeles verdes que de rojos para no desmotivar al niño.
-          Hablar con él/ella directamente sobre sus puntos fuertes y qué debe reforzar.
-          No poner nota numérica.


4. CONCLUSIÓN.

De esta actividad he aprendido, junto con los contenidos del bloque, a reflexionar acerca de lo aprendido sobre los procesos de escritura en la etapa de primaria. Haciendo la actividad me he dado cuenta de lo difícil que es adaptar actividades para los alumnos que necesitan un apoyo extra, no solo a nivel de elaborar la actividad sino el tacto que hay que tener con ellos para que no se sientan inferiores al resto de sus compañeros.


5. WEB-GRAFÍA.

Labajo, I. "Bloque 3: comunicación escrita: la escritura". Didáctica de la lengua española. La Salle Centro Universitario. 2018-2019.

Labajo, I. "Organización y actividades de Didáctica de la lengua española. Guía de trabajo". Didáctica de la lengua española. La Salle Centro Universitario. 2018-2019.
Tipografías sacadas de www.dafont.com

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