domingo, 16 de junio de 2019

Artículo Final Literatura Infantil (CONVOCATORIA EXTRAORDINARIA LITERATURA)


“Y vio que tenía garras, ¡y tenía dientes!
Y así, con dolor, se amó él y se hizo fuerte”
Jaime Sidro.

Y al fin, el fin.

En este último post encontrarás los un artículo en el que repasaré todo lo aprendido en esta asignatura de “Literatura española, literatura infantil y educación literaria”, con anotaciones extras sobre reflexiones acerca de mis actividades planteadas en cada bloque, mi relación del ahora con mis prácticas y mi yo del pasado que fue también alumno de Educación Primaria… En definitiva, un recorrido por los contenidos y mis reflexiones acerca de la asignatura.

¿Comenzamos?


BLOQUE I. LITERATURA INFANTIL. ANÁLISIS Y SELECCIÓN.

En este bloque aprendimos que la literatura infantil hoy en día es un género más dentro de la literatura, enfocado para un público determinado y adaptado a sus necesidades.

La literatura infantil va hasta los 12 años aproximadamente. Este tipo de literatura ayuda al niño a aumentar su marco de referencia, creando otros mundos y forjando hechos que la imaginación infantil concibe como vivencias posibles y personajes con los que compartir la anécdota.

La literatura es el arte creado con palabras, cuyo objetivo principal es el arte en sí. Debemos de tener claro que la literatura (como arte) no está creada para enseñar, ni para inculcar pensamientos o valores. Surge así otro término propuesto por Marc Angenot: la paraliteratura.
El Dr. Villar Dégano rechaza la orientación dada por algunos de “literatura de inferior calidad” y explica que “bajo el concepto de paraliteratura se entiende un conjunto de géneros no canónigos, que en alguno de sus rasgos no cumplen las normas que configuran los cánones oficiales”. Que sea paraliterario no supone que su calidad sea peor, simplemente debemos buscar otro uso didáctico.

Para que un texto sea considerado literario, ha de tener las siguientes características: su primer objetivo ha de ser el artístico, la función lingüística predominante será la poética, debe pertenecer a uno de los tres géneros literarios (narrativa, poesía y texto teatral) y ha de ser un texto de ficción (aunque esté inspirado en hechos reales).

Cabe destacar que fue pasando la mitad del s. XX cuando la paraliteratura infantil se fue transformando en literatura: personajes arquetipos y planos se convierten en “niños reales” y el carácter didáctico y moralizador se va convirtiendo en una experiencia artística real en la que el lector encuentra aventuras y sensaciones cercanas a su edad. La ley del 70 y la creación de la editorial SM impulsaron un mercado editorial de mayor calidad.
-          Del texto teatral, cabe decir que está escrito para ser representado.
-          De la poesía de autor, cabe destacar que su autora más conocida es Gloria Fuertes, quien nos enseñó cómo el niño puede conquistar la realidad. Es importante enseñarles a declamar.
-          Los cuentos y novelas de autor deben tener desarrollo de los personajes a la par que los niños que van a leer ese contenido, ayudándole a la maduración psicológica del niño en tres campos: interiorización del yo, inserción social y desarrollo lingüístico.

Por último, aprendimos que, como maestros, para elegir los libros que los niños leerán, deberemos fijarnos en el formato (aspecto externo, ilustraciones y tipografía) y en el contenido (tema, estructura, personajes, valores y contravalores y el lenguaje y uso de la lengua.

De este bloque me quedo con dos conceptos: el de paraliteratura y el de cuento/novela de autor. Es importante que, en la paraliteratura, sepamos diferenciarla para poder darle otro uso en el aula que no sea el de usarla como texto literario sobre el que trabajar. De la literatura de autor me quedo con su aspecto de ayuda en cuanto a la maduración psicológica, ya que sus personajes evolucionan a la par que el momento evolutivo en el que lo hacen los niños que van a leerlo.

Aún con estos dos términos nuevos adquiridos, sigue llamándome más la atención el término de paraliteratura. Esto se debe a que, durante mi mes de prácticas de 2º, estuve en clase de 1º de Educación Primaria y, en la biblioteca que tenían en el aula, casi todos los libros eran de tipo paraliterario (siendo mayoritariamente de Disney). Comentándolo en su día con algunos compañeros de clase, resulta que, quienes también habían pasado por primero habían podido ver que la cantidad de literatura paraliteraria que hay en las aulas de primero era mayor que la cantidad de literatura que debería de haber. Por otro lado, en mis prácticas de este año, en4º de Primaria, pude ver cómo los libros del aula eran de todo tipo, siendo en su mayoría de tipo literario y tan solo algunos paraliterarios para ocio (sin ser los que más usaban los niños), siendo éstos leídos tan solo en el descanso del recreo cuando llovía, como variable a jugar en el aula.

Como alumno de Educación Primaria, hasta donde me llega la memoria, recuerdo que en mi colegio teníamos una biblioteca de aula que contaba con diversos tipos de libros, pero cierto es que en su mayoría solamente eran libros literarios que eran solamente los obligatorios para lectura en ésta. Cierto grupo leía un libro, otro leía otro libro…, y los íbamos cogiendo y dejando sin poder repetir.

La actividad de este bloque me ayudó a acercarme a mi futuro profesional de manera que pude hacer una ficha completa sobre el libro, analizándolo y enfocándolo a un curso determinado, independientemente de la edad recomendada que venía en este. Con la ayuda de Irune, quien me prestó el libro, pude trabajar con un buen material y creo que la actividad fue bastante buena.  Con los comentarios que se hicieron en el post, pude mejorar mi actividad y reflexionar, aún más, acerca del trabajo que había hecho.

Para concluir este primer bloque, quiero resaltar que he aprendido la importancia de saber diferenciar entre literatura y paraliteratura, dado que estos conocimientos me permiten como alumno de Magisterio ser consciente desde ya del tipo de textos que voy a trabajar en mi futuro como maestro de primaria.
Creo que es muy importante saber diferenciar ambas desde un primer momento dado que, a la hora de seleccionar textos, nos será muy útil y, rápidamente, sabremos qué podemos trabajar con nuestros alumnos y alumnas dentro del aula, así como sabremos qué uso darle a los textos paraliterarios que tengamos en clase.


BLOQUE II. TEXTOS FOLCÓRICOS. SELECCIÓN Y ADAPTACIÓN.

El folclore hace referencia a distintos aspectos de la cultura popular, y tiene las siguientes características: anonimato, oralidad y multiplicidad de variantes.

Los cuentos folclóricos se consideran literatura de grupo o de familia. Tienen diversas funciones (iniciática y de contacto con las tradiciones, moralizantes, lúdicas, etc.).

Existen cuatro diferencias importantes en el folclore en prosa, el cuento folclórico por un lado y el mito, la leyenda y la fábula por otro lado, que no son textos folclóricos.

Del teatro folclórico, destacamos el guion típico: títeres de cachiporra que representan a un personaje malvado que obtiene algo que pertenece a un personaje bueno y siempre acaban con la victoria del héroe y el castico del oponente con una enorme cachiporra.

De la poesía folclórica, cabe destacar que se caracteriza por el absurdo argumental que poseen estos textos desde su origen o que resulta del paso del tiempo y de las transformaciones equivocadas de algunas palabras.

De los cuentos folclóricos, resaltamos que son para contar, no para mandar leer.

Los grandes recopiladores de la literatura folclórica son: Perrault, Los hermanos Grimm, Hans Christian Andersen, Fernán Caballero y Calleja.

Por último, de la selección y adaptación de los cuentos folclóricos, como maestros, deberemos contar con que los niños puedan identificarse con protagonistas o antagonistas en función de la historia que se cuenta.

Este bloque me ha aportado muchos conocimientos nuevos, dado que todo lo que aprendimos acerca de la selección y adaptación de textos folclóricos me era desconocida. Conocía muchos de los textos que llegamos a ver en el aula, pero en ningún momento sabía a qué genero pertenecían. Del mismo modo, he aprendido a diferenciar los textos originales de los que están adaptados, y sobre todo de los de Disney, que son los que, por desgracia, nos han enseñado toda la vida.

En relación a esto que he comentado, he de decir que no sé de qué género eran dichas historias (cuentos populares había escuchado siempre). Esto se debe a que, durante mi etapa como estudiante en Educación Primaria, y también en instituto, estos textos casi no se trabajaban. Recuerdo que solamente nos hacían aprender la teoría de cada uno y no se hacía NADA de práctica. Sin pretender excusar ese tipo de educación, todo era teórico y la lectura de textos o de libros se hacía como algo automático, sin cuidarse, y siempre buscando un mensaje claro (que, si no era el que decía el profesor, estaba mal).

Ya como profesor de prácticas, sobre todo en las de este año, pude ver cómo se trabajaban los textos folclóricos en el aula y, Francisco, el profesor, me dejó dar todo lo relacionado con los cuentos folclóricos, por lo que tuve que pensar qué mostrar, cómo mostrarlo… Para ello, me apoyé de lo que ya conocía al haberlo visto en clase y trabajado en el trabajo de este bloque, y junto con materiales audiovisuales pude trabajar con ellos de forma correcta qué eran los textos folclóricos. Asimismo, recibí feedback por parte de Francisco y pude ver que incluso él me había visto mejor de lo que yo había percibido de mí mismo.

La actividad de este bloque fue la que más me costó, dado que leí una gran cantidad de textos y de entre ellos me tocó elegir pensando en cómo trabajaría y por qué esos textos en un aula. Así, con paciencia y con cabeza, elegí los que aparecen en dicha actividad de este bloque y durante un par de días, y con ayuda de algún compañero, conseguí encauzar mi actividad hacia su correcta realización. Gracias a esta actividad supe ver ese cómo y ese qué mostrar a mis alumnos, haciéndome consciente de los conocimientos que había adquirido con este bloque.

Para finalizar, en relación con mi futuro profesional, sé qué textos son folclore y cuáles no lo son, además de saber en qué recopiladores he de fijarme para buscar en páginas que verifiquen que son textos recogidos por ellos, para así poder trabajar en el aula este tipo de literatura. Además, soy consciente de cómo se trabaja ya este tipo de textos en clase (contándolos, no mandándolos leer) y qué recursos puedo usar para ello, gracias a las clases, el trabajo y mi experiencia adquirida durante las prácticas de este curso.


BLOQUE III. LITERATURA ESPAÑOLA Y EDUCACIÓN LITERARIA.

La literatura española forma parte del currículo de Educación Secundaria, aunque la ley anima a los libros de texto de lengua y literatura y a los de lecturas para trabajar en el aula a incluir fragmentos teatrales, narrativos y poemas de los autores conocidos como “clásicos”.

La literatura, como la lengua, es un sistema de signos que se diferencia de otros sistemas por poder generar nuevos signos en los receptores. Su principio y fin básico es la comunicación, lo que hace de ésta un acto social. Presenta los mismos elementos (emisor, receptor, mensaje, etc.) que cualquier otro, aunque se proyecta en dos contextos diferentes: por un lado, el que reúne al emisor y al mensaje; por otro lado, el que abarca al mensaje y sus receptores.

En la literatura, el emisor-autor tiene la competencia de inventar mundos para plasmarlos en su mensaje. El receptor es el verdadero protagonista, ha de tener la competencia de comprender los signos que componen la obra literaria, pudiendo recrearla. El mensaje es susceptible de interpretaciones.

Las obras literarias pueden dividirse en grupos a los que llamamos géneros, que a su vez se pueden subdividir en otros grupos llamados subgéneros (siendo estos: lírica, épica y dramática).

La lectura es una necesidad educativa compleja, dado que el proceso de enseñanza-aprendizaje de la lectura suele generar problemas de tipo pedagógico, filológico y psicológico, cuestionándonos si aprendiendo a leer, los niños aprenden todo lo que incluye el proceso lector.

Como maestros, no debemos olvidar que trabajar textos seleccionados para el desarrollo de la lectura  mecánica-comprensiva vamos más allá de la simple lectura para el disfrute, sino que también estamos trabajando la ampliación de la cultura literaria clásica de nuestros alumnos, así como también estaremos ejercitando habilidades básicas lectoras como la atención, la memoria a corto y medio plazo, la fluidez y la lectura en voz alta.

Los textos elegidos para acercar a los niños a los clásicos deben estar muy estudiados y pueden ser variados, saliéndonos de lo que las editoriales nos ofrecen. Deben ser breves y completos, con presentación, nudo y desenlace, que los niños entiendan y que vayan aumentando (gradualmente) de dificultad.

En el caso de que nos veamos en la obligación de adaptar un texto, deberemos (en todo momento) respetar la coherencia de la narración y de la descripción.

Este bloque me gustó mucho, y me aportó también bastantes conocimientos, por dos motivos: por un lado, los contenidos trabajados partiendo de la no enseñanza de literatura en Primaria y, por otro lado, la realización de la actividad de este bloque correspondiente a la planificación de una semana cultural.

El trabajo de la literatura en primaria, aunque no venga recogido por el currículo, es importante, no solo para su disfrute, sino que también lo es para trabajar la atención, la memoria a corto y medio plazo, la fluidez y la lectura en voz alta. Esto es algo que, en relación a mi experiencia como estudiante de primaria, desconocía. Los profesores y profesoras del centro nos daban textos, o nos hacían coger alguno de la biblioteca (independientemente de si era paraliterario-comercial o no) y así trabajábamos la lectura en voz alta, sin importar el texto, su autor y el movimiento al que pertenece (si es que pertenece a alguno).

En mis periodos de prácticas no he tenido la oportunidad de ver cómo se trabajan estos textos en clase, así como tampoco he podido ver si trabajan o no algo más allá de los textos. Por eso, y retomando mi etapa como estudiante de primaria, me centro en este punto. Nunca vimos más allá del texto: ni autores, ni movimiento… Nada. Además, solo se hacía para trabajar la lectura en voz alta y se pretendía que todos fuésemos a un mismo ritmo.

Gracias a esta experiencia, mala a mi juicio, pude lograr que la actividad que se planteó primeramente en grupo fuera más mía con las actividades de que planteé para mi curso. Dado que en esta actividad me tocó trabajar con un primero de primaria, intenté hacer de la semana cultural un espacio en el que mis alumnos trabajasen, de forma lúdica, aspectos básicos sobre la vida del autor que nos tocaba trabajar (Bécquer), de modo que se hicieron crucigramas, sopas de letras, una leyenda conjunta y un poema conjunto (con ayuda del profesor siempre) y se acabaron mostrando al resto del colegio. Creo que las actividades fueron adecuadas para este curso de primero y que, además, planteé bien la idea de presentar a Bécquer como alguien que hablaba directamente a los niños (por medio de una carta y presentándole como “nuestro amigo Bécquer”), buscando así que los niños estuvieran lo más motivados posibles.

Para finalizar ya este bloque, quiero resaltar que lo que más me llamó la atención fue el realizar la actividad, dado que pudimos trabajar por un lado en grupo y por otro lado a nivel individual, acercándonos lo más posible a la realidad profesional. Así, con las clases y sus explicaciones, el trabajo grupal e individual, fui consciente poco a poco de que mi formación en este tema fue creciendo y, así, de este modo, hoy soy consciente de que con mis alumnos podré trabajar la literatura, aunque no se incluya en el currículo (y no haya semanas culturales) para que salgan de su etapa en Educación Primaria con una formación mínima sobre los contenidos que, más adelante, en secundaria, van a trabajar. Además, como maestro, sé que seré capaz de reflexionar antes de actuar y que, así, podré darles un contenido a trabajar que les sea significativo y que les deje huella en su memoria.


BLOQUE IV. LECTURA LITERARIA Y ANIMACIÓN LECTORA.

Leer, además de ver lo escrito y descodificarlo, es comprender, interpretar, descubrir. Leer es un acto complejo que va de la objetividad a la subjetividad. No basta con saber en qué consiste la lectura, hay que aprenderla (bien) y después practicarla para no olvidarla: debe convertirse en una necesidad.

La lectura nos enriquece a nivel moral e intelectual, dándonos un placer conocido como evasión, alejándonos de problemas cotidianos para sumergirnos en otras realidades que residen en nuestra imaginación.

Como maestros, debemos animar a nuestros alumnos y alumnas a leer. Para ello, plantearemos actividades de diverso tipo:

1) Actividades para antes de leer.
El niño “prelector” está en un momento de descubrir, tiene ganas de aprender y conocer. Los niños imitan palabras, movimientos y acciones de adultos. Los niños adoran los cuentos y los libros de los mayores son un misterio.
Una vez el niño descubre la lectura, desea aprovecharlo. Lee muchos libros, cómics… Si nada se opone entre él y su deseo de leer, se convertirá en un verdadero lector que desarrolle y perfeccione esta competencia.
El problema surge cuando pierde el deseo lector, el cual puede venir dado por: mal aprendizaje, pasar los ojos por las letras sin comprenderlas y tener que releerlas constantemente. Este problema nace cuando se planta delante de textos que no conoce y que no ha trabajado anteriormente. Por ello, los maestros debemos tener cuidado a desarrollar el aprendizaje lectoescritor (que deberá ser atractivo, motivador y cercano al niño).
Aunque se haya superado este primer paso, la pérdida del deseo puede aparecer más adelante, cuando la lectura se convierte en algo entendido como obligatorio. Debemos cambiar la obligación por motivación y hacer que el niño lea por propia voluntad.
En última instancia, el peligro pasa por las etapas superiores, donde la literatura se convierte en materia de enseñanza, donde se presentan textos alejados de los intereses y contextos de los estudiantes. Es aquí donde puede morir la subjetividad lectora y creativa, siendo un momento peligroso en la educación. Si la motivación se abre paso también aquí, el lector estará salvado.
Para evitar que esto suceda, debemos animar a nuestros alumnos a la lectura, de modo que les acerquemos afectiva e intelectualmente a un libro en concreto, buscando siempre que haya placer en la lectura. El animador, desde el principio, debe mostrar entusiasmo y estar preparado, suponiendo que, en todo momento, conozca la realidad de los participantes y adecue los recursos a ellos. La animación busca, sobre todo, que el niño no-lector (o el que lee poco) descubra el libro, que se le ayude a pasar de la lectura pasiva a la activa, desarrollar en él placer de leer y ayudarle  a descubrir la diversidad de los libros. Lo que mejor funciona con nuestros alumnos para motivarles a leer es que las animaciones sean agradables, orientadoras, prácticas y cordiales, con carácter lúdico (alejado de lo didáctico).
Para el proceso de enseñanza-aprendizaje es imprescindible que exista la biblioteca del centro y la del aula, para que los niños puedan contar con recursos que tener a mano y encuentren en estos espacios un rincón para la lectura, de libre elección, buscando la iniciativa lectora de los pequeños lectores.
Las actividades para antes de leer se enfocan a:
-          Conocer la información que obtenemos de la portada, contraportada y solapillas del libro.
-          Aproximarse al autor de la obra.
-          Hacer predicciones sobre el contenido y/o la forma.
-          Interesarse por el tema o los temas que se desarrollan en la historia.
-          Investigar sobre algunos aspectos interesantes para la comprensión.
-          Pre-identificarse con personajes,
Estas actividades parten de la habilidad del maestro para crear misterio y de la creatividad del niño. Para éstas, no contaremos el argumento de la historia ni desvelaremos su final, incitando así a que sea leído.
Tras la animación, la lectura deberá ser individual, personal y silenciosa.

2) Actividades durante la lectura.
Hay niños que se atascan y acaban abandonando la lectura, otros que desatienden a cuestiones importantes del texto y otros que, para no olvidarse de lo que leen, lo releen constantemente.
Las actividades a realizar durante la lectura dependen del libro, y deben centrarse en el texto y su comprensión, así como en el lector y sus valoraciones. Se trata de acompañar la lectura del estudiante con actividades que le permitan recordar, inferir, interpretar, reflexionar, relacionar, profundizar, argumentar, imitar y compartir diferentes aspectos de contenido y forma del texto.

3) Actividades para después de leer.
Una vez desveladas las incógnitas y el argumento del libro, realizaremos actividades enfocadas al funcionamiento de la memoria a medio-largo plazo. Buscaremos realizar síntesis, conclusiones, relaciones, interpretaciones y valoraciones (objetivas y subjetivas). Este momento también busca dejar huellas emocionales de la lectura.
Todo el trabajo realizado a los largo de una lectura servirá para que los estudiantes se conozcan más a sí mismos, así como poder empatizar con los demás.

4) Animación entre niños.
Estas actividades se realizan para que, entre ellos, se animen a leer los libros que más les han gustado. Se hace con libros que han leído en casa, de forma libre o de los que forman parte de la lista que permite a elegir a los niños entre un libro u otro.

Este bloque, en cuanto a contenido, ha sido el que más me ha gustado. Todo lo que se ha contado aquí lo desconocía y, ahora mismo, soy consciente de la importancia de la lectura y su animación en el aula.

Como profesores, es muy importante que sepamos qué contenidos trabajar con los niños, aparte de para su formación, para poder motivarles a leer. Es por eso que también entra en acción el cómo, dado que sin ello no sabremos mantener a nuestros alumnos enganchados a la lectura.

Durante la etapa de Educación Primaria, como estudiante y como profesor de prácticas, tengo dos tipos de experiencias para relacionarlo con lo que he aprendido:
-          Como estudiante, tuve la mala suerte de ver cómo NO se trabajaba en ningún momento este tipo de animación a la lectura. Aunque no era consciente de ello, sí era consciente de cómo mis compañeros, con el paso del tiempo, abandonaban la lectura por falta de motivación, y yo que siempre he sido un “friki” de leer, me tragaba cualquier texto que me echasen. Además, las lecturas solamente se hacían para rellenar fichas que no aportaban nada, puesto que eran de datos irrelevantes y resúmenes que no venían a cuento. Y, como guinda para este pastel, la lectura era en voz alta.
Cierto es que, ya fuera de primaria, mucho más adelante (en concreto, en 1º de Bachillerato) perdí todas mis ganas de leer durante ese curso, dado que los libros que mandaban eran muy aburridos y, con mi cabezonería, me negué a leerlos hasta que, para poder aprobar, me los exigieron y me los leí “con embudo”. Como los exámenes eran meramente de contenidos, no hubo problema, pues no me hizo falta reflexionar sobre nada del libro en concreto (cosa que, por desgracia, es muy triste).
-          Como profesor de prácticas, he podido ver en este año que se trabaja la animación lectora pero no del modo que he aprendido aquí. Se usaban cuadernillos y las lecturas se realizaban también en clase, y siguiendo todos un mismo ritmo por sesión de lectura. Bien es cierto que, sin ninguna duda, este tipo de trabajo con la lectura es mucho mejor que lo que yo viví y pude disfrutar con los alumnos del trabajo lector que se hacía en cada sesión, ayudándoles a formarse como buenos lectores y, a su vez, ayudándome ellos a formarme como un futuro maestro con experiencias, que sabe qué y cómo trabajar la lectura en el aula.

Por otro lado, en lo referido a la actividad de este bloque, me gustó mucho realizarla aunque me costó elegir el libro (me pasé un buen rato leyendo por encima algunos de los que había pre-seleccionado de la biblioteca de mi barrio). Al final, elegí un libro que creo que, para la edad que acabé planteando, era correcto, en cuanto a forma y contenido.

Las actividades que planteé para ese libro creo que estaban bien adecuadas a lograr que los niños trabajaran de la mejor forma el contenido del libro, alejándose de fichas y demostrando que realmente lo habían leído por medio del diálogo y la interacción de todos con todos. Así, conseguí pensar en cómo trabajar de la mejor manera los contenidos del libro, plantear las actividades y lograr, a mi juicio, una actividad correcta que motivase y animara a leer a los niños.

En conclusión, este cuarto bloque me ha gustado mucho trabajarlo, ya que el contenido que he aprendido me era totalmente desconocido y he podido adquirir nuevos conocimientos y un pensamiento crítico a la hora de trabajar la animación lectora en el aula, alejándome de lo que yo viví para que ellos logren tener la máxima motivación posible de cara a las lecturas que se hacen en el aula.

Del mismo modo, soy consciente de que lo aprendido y puesto en práctica con la propuesta de actividad de este bloque, me han permitido formarme más y mejor acerca de este tema y que, sin duda alguna, cuando trabaje yo con mis futuros alumnos la lectura en el aula, he de hacerlo de la forma más correcta para que todos sientan esa motivación necesaria por medio de la animación antes, durante y después de la lectura, incitándoles así a no dejar nunca de leer.


BLOQUE V. CREACIÓN LITERARIA.

La creación literaria es un aspecto muy importante pero poco y mal trabajado, dejando sin desarrollar al máximo la creatividad e imaginación del alumnado.

Para trabajar la creación literaria, debemos contar con que la palabra redacción solo sirve para generalizar, dado que significa poner un texto por escrito con coherencia y cohesión. Por ello, en función de lo que pidamos, usaremos términos técnicos y concretos que, además, ampliarán su vocabulario. Además, siempre deberemos de ejemplificar lo que les vayamos a pedir.

Tenemos que contar también con que los actos de creación son perfectos, no podemos evaluarlos ni calificarlos.

Existen tres tipos de creaciones:
-          En prosa: también llamado narrativa, es el género que más se parece al uso ordinario de la lengua. Es la forma más natural de crear literatura en la actualidad. Para trabajarlo, antes de proponerles actividades, les daremos un esquema básico para la creación.
-          En verso: existen estrategias secuenciadas (empezando por simples juegos para acercarles al verso y hasta por la creación guiada de poemas, culminando con la creación autónoma).
-          Dramática: recurso fundamental e inexcusable que desarrolla una gran cantidad de capacidades en el niño. Se presentan estrategias similares que para crear prosa.

Finalmente, en lo relativo a la creación de libros, cabe destacar que es un ejercicio muy divertido para los alumnos, además de estar acercándoles a la escritura y a la lectura. Existen tres reglas básicas para la creación de libros: resistencia, mínima inversión económica y poca dedicación temporal.

Este bloque, definitivamente, aunque no haya sido mi preferido, ha sido el que más me ha entretenido. Esto se debe a que pude poner en práctica mis conocimientos y trabajar directamente con un grupo de niños (que como bien expliqué en mi actividad, no eran de mi colegio de prácticas de este año, dado el motivo de no haber podido realizar la actividad en ese momento).

Para empezar, creo que es muy importante decir que esta actividad me ha resultado muy nueva ya que, ni como profesor de prácticas ni como alumno de primaria, había hecho algo así antes y que me pareció muy curioso ver cómo podía plantear este tipo de actividad en estudiantes de primaria. Para ello, se hicieron creaciones en prosa, verso y de tipo dramático, y junto con los dibujos que los alumnos de la misma clase hicieron, acabamos realizando el libro de clase que se ve en las fotos de dicho trabajo.  A los niños les gustó mucho realizar esta actividad y, actualmente, tienen ese libro en la biblioteca de su aula.

Como bien he dicho antes, no he tenido esta experiencia como alumno ni como profesor de prácticas, así que no puedo aportar nada en este aspecto.

Para concluir este último bloque, quiero resaltar que sobre todo gracias a la actividad realizada, he conseguido aprender cómo trabajar este tipo de creación en clase, aprendiendo de lo bueno y lo que puedo mejorar en clase (así como lo malo o innecesario que puedo omitir), de cara a un futuro profesional en el que, sin ninguna duda, voy a trabajar con ellos en el aula este tipo de actividad.


CONCLUSIÓN.

Durante el transcurso de esta asignatura, me sentí un poco perdido ya que se dio en un tiempo determinado y las actividades no iban a la par que se daba, porque teníamos el periodo de prácticas de por medio. Me saturé yo solo y, por motivos ajenos a los estudios, decidí parar en seco y dejar estos trabajos para realizarlos en esta convocatoria extraordinaria.

He de confesar que, y de corazón lo digo, agradezco esta segunda oportunidad de entregas porque creo que he aprendido más de lo que yo me esperaba, pudiendo leerme los contenidos de cada bloque, entenderlos y conocerlos hasta el punto de poder realizar las actividades de cada bloque de la mejor forma posible y lo más adecuadas a lo que se pide. Si bien es cierto que no he tenido el feedback con compañeros ni profesora para mejorar (ni otras entradas para subir de nuevo las actividades), cosa que es lógica por no entregarlas en su momento, he de decir que poder pararme a pensar y reflexionar sobre lo que he ido aprendiendo – reaprendiendo – ha sido una ventaja con la que no contaban mis compañeros que lo entregaron en el momento y que yo sí he tenido. Y, de verdad, doy gracias por ello.

Centrándonos en los contenidos, trabajarlos desde cero (porque, sinceramente, no conocía nada de esto y mis experiencias como alumno eran inexistentes o contrarias y negativas) me ha abierto un nuevo mundo, de modo que miro con otros ojos el trabajar la literatura en un aula de primaria a la par que sonrío pensando en el buen futuro que podemos brindar a nuestros alumnos si hacemos las cosas bien.

Como bien dije en el Artículo de Didáctica de la Lengua, uno de los motivos por los que elegí este grado universitario fue porque quería evitar que los niños de hoy aprendieran de la forma que nosotros lo hicimos en nuestro ayer. Y con los conocimientos que he ido adquiriendo, por mi parte, estoy seguro de que seré capaz de trabajar muy bien la literatura en una clase de Primaria.

Como fin a este artículo, quiero agradecer la ayuda de mis compañeros y de la profesora, puesto que, junto con los contenidos, he logrado ampliar mi formación como maestro, esta vez en el campo de la literatura infantil, logrando que alcance una visión crítica de cómo hacer las cosas bien.


WEB-GRAFÍA.

Labajo, I. "Literatura española, literatura infantil y educación literaria". La Salle Centro Universitario. 2018-2019.

Labajo, I. "Organización y actividades de literatura española, literatura infantil y educación literaria. Guía de trabajo". Literatura española, literatura infantil y educación literaria. La Salle Centro Universitario. 2018-2019.

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